Excelente cazador, resistente vivo y equilibrado, muy adecuado para el adiestramiento.
Tiene un aspecto compacto y armónico
Origenes Andalucia, España
Carácter Despierto, leal, despierto y equilibrado
Altura de 35 a 65 cm según talla
Peso de 10 a 25 Kg. según talla
Relación con niños Buenas Relación con perros Buenas
Coste mantenimiento Mediano
Desarrollamos en este artículo un corto, pero creemos importante estudio acerca de las aptitudes y comportamiento del Podenco Andaluz. Nos encontramos ante un perro que ha estado sujeto a lo largo de toda su historia a influencias de otras razas y sobre todo a un descuido generalizado por parte de sus criadores, en la conservación de su pureza racial. Pese a todo, hoy día creemos que el Podenco Andaluz aún prevalece como una raza ejemplar en España.
Por ello, paso a describir algunas puntualizaciones morfológicas sobre esta raza en la actualidad.
El Podenco Andaluz es un perro cazador por naturaleza, lleva en su sangre la afición por la caza. Se emplea con éxito en la caza menor, y en la caza mayor en la que resulta in- sustituible. Su naturaleza rústica le permite desenvolverse perfectamente en terrenos accidentados, y poder seguir a buena marcha, la rápida carrera del venado, o llegar hasta el en came del jabalí al que acosa y persigue con fuerza y ahinco.
Es un perro que emplea en la caza, vista, oído y olfato y que en la persecución de las piezas, late alegremente, así como también es de destacar su habilidad para el cobro de plu- ma y pelo. Como decía, el Podenco es utilizado en cualquier aspecto de la caza menor. El cazador español, siempre ha buscado el animal que le permita desarrollar un mayor número de actividades, puesto que manteniendo a un solo perro, podía cazar con él desde codorniz a venado. Por eso en una tierra de riqueza cinegética tan variada como es Andalucía, se ha tenido como único perro de caza, originario de ella, al Podenco Andaluz. Es un animal que por su olfato y por su superdesarrollado instinto de cazador es capaz de afrontar con total éxito, desde la búsqueda del conejo en los zarzales hasta el duro agarre del jabalí, pasando por el cobro de patos en el agua. Si a ésta capacidad cazadora le añadimos la agilidad y resistencia extraordinarias que lo caracterizan, nos encontramos ante un animal excepcionalmente dotado para la caza.
El Podenco no aprende a cazar Sabe ca zar Esto lo afirman todos los cazadores que lo utilizan. Es insustituible en la cacería de conejos con rehala, esa «mini montería» tan practicada en nuestra tierra. En ella, el Podenco pone a prueba todas sus cualidades: con su potente olfato localiza al conejo y ayudado por su excepcional vista y oído lo persigue latiendo por el monte hasta meterlo en la escopeta, o en muchos casos, hasta alcanzarlo él mismo, llevándolo a la mano del perrero.
En la caza de pluma, desde la perdiz al zorzal, es un excelente ayudante.
Tiene una facilidad especial para localizar al bando de perdices y en
numerosas ocasiones las mues tra como el mejor perdiguero. Igual
ocurre con la codorniz, a la que llega a hacer muestras de increíble
belleza. En el resto de la caza de pluma, tórtolas, torcaces, zorzales,
es un cobrador inmejorable, resolviendo con asombrosa facilidad la
tarea nada fácil de cobrar un zorzal vivo entre las altas jaras de la sierra.
Respecto a la caza mayor (monterías españolas), el que ha monteado
con una rehala de podencos ha podido comprobar lo que puede dar
de sí un perro completo de caza. En la montería, por supuesto además
de fino olfato, le son de imprescindible ayuda su perfecto oído y
magnífica visión, que ayuda- dos por su buena voz, nos dan la oportunidad
de contemplar el maravilloso espectáculo de la persecución de un venado monte
arriba seguido a veces de hasta veinte o treinta podencos Es un perro tremendamente
ágil, con una dureza de boca suficiente como para sujetar por la jeta o las
orejas al duro jabalí.
Aquí es donde el perro hace gala de, a nuestro entender una de sus mejores cualidades, su valor. En el agarre, el Podenco se juega materialmente la vida frente a un enemigo mucho más poderoso que él, sin amedrentarse en ningún momento, y en no pocas ocasiones ha caído mortalmente en la batalla. Hemos visto a perros con el vientre abierto por el navajazo de un jabalí, seguir latiendo tras la pieza dejándose materialmente las tripas en el monte. Nuestra sierra es el mayor cementerio de perros del mundo que sin lápidas ni fotografías puestas por sus amos, descansan entre sus jaras, contándose por miles, los podencos que fieles a su obligación fenecieron en ella. Por ello deberíamos avergonzarnos del olvido al que hemos sumido a una raza que tan bien nos ha servido y tan poco le hemos dado a cambio.
Ya tenemos aquí varias labores íntimamente ligadas al Podenco en Andalucía, y el perro que no las cumple, no vale, y el que no vale, en Andalucía, no vive. Con esto quere- mos decir que durante siglos se han venido conservando perros que cumplen a la perfección la labor que se les ha encomendado, y sobre todo en una tierra tan necesitada de instrumentos prácticos para la supervivencia, como es Andalucía. Asi nos es fácil hoy día encontrar Podencos en los pueblos de Andalucía, de importante presencia y coraje ante el extraño, ligero tras la caza y obediente al cobrar.
Efectivamente, es un perro serio pero no irascible. De mirada inteligente, tierna y noble, es una raza perfectamente sociable. Debido a las condiciones de cautividad a las que se ve sometido en las rehalas, se ha visto obligado a desarrollar un instinto de defensa que le per mita sobrevivir, pero es perfectamente cierto que este carácter de defensa ante los derras perros, no altera en absoluto su sumisión y le altad al hombre. Si el perro es arisco es porque no se ha tratado nunca o porque se le ha tratado mal. Hay perros dominantes en las rehalas que fuera de ellas demuestran una sociabilidad tremenda con el hombre. Es decir, que al Podenco se le ha obligado a ser serio para sobrevivir pero siempre cariñoso con el dueño sin poder llegar a ser nunca peligroso para el que no le sea extraño. Todo esto lo de muestra la facilidad de adiestramiento que tie ne el perro para cualquier funcion, demostran do un grado de inteligencia poco comun.
Para terminar solo queremos decir que el Podenco Andaluz se merece un lugar preferente en nuestra cinofilia nacional, al igual que todas las razas españolas. Que efectivamente hay razas de perros fenomenales que provie nen de otros países, pero que es imperdona Ole que les demos prioridad ante una riqueza más completa y más afín a nosotros como son las razas españolas.
No seamos ingratos una vez más con nuestra tierra y démosles a nuestros perros lo que se merecen y el Podenco Andaluz se ha ganado a pulso un lugar entre nuestros perros.