A las puertas del siglo XXI y tras ochenta años de cinofilia organizada, España sigue padeciendo el tercermundismo cultural en los temas cinológicos particularizados en sus razas autóctonas. Es importante comprender que la cinofilia de un país sólo es grande cuando desciende al campo, cuando contempla sus perros y los defiende. Decía Antonio Machado que en España lo esencialmente aristocrático es lo popular y por populares, nuestras castas caninas tienen la superioridad de lo privilegiado. Por eso necesitan y se merecen una cultu- ra viva, como vivas son ellas. Sin embargo nos mantenemos y alimentamos culturalmente de tópicos. En el caso del Ratonero Valencia no un nombre se esgrime con poder mítico, D. Franco Ricart Martínez y sus trabajos sobre la raza, trabajos nunca publicados y que nadie o prácticamente nadie conoce o ha ponderado. El valor, como en la mili, se le supone. Basta con saber de su existencia para dar por saciada nuestra hambre de cultura cinológica. Al hablar de los Cans Raters nos encontra- mos frente a una agrupación étnica relativa mente frecuente en el medio rural de Mallorca y su vecina Valencia, un ecotipo que ha dado lugar a dos variedades diferenciadas, el Gos Ratador Valenciá y el Ca Rater Mallorquín. Es difícil dilucidar la cuna de estos ratoneros, si el perro valenciano proviene del mallorquín o si el proceso se produjo a la inversa. Caro Baroja ha dejado patente en sus estudios etnológi- cos sobre España que un marcado contraste con la vida de las costas de Valencia ofrecía la de las Islas Baleares, habitadas por una población emparentada probablemente con otras isleñas de más al oriente del Mediterráneo. Y no hay población canina más prototipica del Mediterráneo que los perros de tipo podenco, de la riqueza de cuyo tronco han ido surgiendo diversas variedades con una gran disparidad de tamaños, Cirneco del Etna, Podenco Ibicenco, Podenco Andaluz, Charnigue del Rose llón y la Provenza, Podencos portugueses, etc. De entre éstos y aprovechando sus extra ordinarias dotes cinegéticas, algunos ejempla res de menor porte se emplearon tradicional mente para la caza de roedores además de su habitual uso como cazadores de conejos. Este es el caso del Podenco Portugués pequeño y seguramente de los ca rater Valen ciano y Mallorquín. Ambos están indudable mente emparentados con la casta de los po dencos mediterráneos. La raza ha conservado en Valencia un tipo de mayor pureza en su proximidad al podenco, en tanto que en la po blación mallorquina se hace evidente una gran influencia de sangre de pequeños terriers ingleses, posiblemente del tipo del toy terrier, blak y tan terrier, etc. Estos perros llegarían a las islas a lo largo del sigloXVII, durante el pe nodo de dominación inglesa sobre Menorca, y en años posteriores, gradualmente, se irían extendiendo por todo el Archipiélago. Una idéntica funcionalidad pronto favorecería los bastardeamientos.
UN HÁBITAT, UNA FUNCIÓN
El Ca Rater es un cazador cuyo nombre proviene de su actividad más característica
y preciada, la caza de ratas. Tanto Valencia como Mallorca poseen amplias
extensiones de terre nos palustres, las albuferas, zonas húmedas que constituyen
un magnifico biotipo para el desarrollo de una rica avifauna y la prolifera
ción de un nutrido grupo de roedores. La carne de rata de la albufera no sólo
era un manjar apreciado en Valencia, donde los campesinos la utilizaban para
preparar diversos platos de arroz, sino que también en Pobla, Muro o Inca,
de Mallorca, era muy estimada como pitanza, hasta el punto que llegó a semiprofesionalizar
se su captura. Estos cazadores, acompañados de sus ratoneros, recorrían los
márgenes de arroyos y lagunas, buscando entre cañaverales y espadañas las
madrigueras de los roedores. Una vez localizada se hacía salir fuera a la
rata, que era atrapada por los perros. Los ejemplares así obtenidos se comercializaban
a través de las tabernas de los pueblos, donde las ratas eran ofrecidas como
un grato aperitivo. Esta costumbre residual y muy antigua, reducida a las
zonas húmedas del Archipiélago y a la gran albufera valenciana, es la que
ha permitido que perdurasen y ha determinado la localización geográfica de
los ratoneros.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA RAZA EN BALEARES
Un grupo de aficionados, deseosos no so lo de proteger al Ca Rater, que gracias
al gran número de ejemplares existentes no corre mo mentáneamente peligro
de
extinción, sino fundamentalmente de perfeccionar sus carac terísticas raciales
y
alejar el fantasma del bas tardeamiento que siempre ronda a los grupos étnicos
no oficializados, creó el Club Espanyol de Ca de Rater, alentados por el entusiasmo
y dedicación de Francisco Ruiz, presidente de la Sociedad Canina de Baleares.
Se han realiza do diversas concentraciones de Ca Rater, siendo memorable el
primer
encuentro de Montuíri, en el cual participaron más de 30 animales, de los
cuales 27
eran francamente aceptables, número importante en considera ción a que apenas
se
hizo propaganda de la muestra con salvedad de un cartel anunciador del Ayuntamiento.
Dadas las óptimas condicio nes en que se encuentra la raza, el 29 de ene ro
de 1990
el Sr Ruiz solicitó de la RSCFRCE el reconocimiento de la raza y del club
gestor a nivel
nacional. En agosto de ese mismo año la RSCFRCE no consideraba, todavía, conve
niente ningún inicio de la raza en cuestión ni, en consecuencia, del Club
correspondiente.
Con ello indudablemente se echaba tierra so bre las ilusiones de muchos aficionados
mallorquines. Pero el Ca Rater es una realidad in sular, está enraizado en
formas
tradicionales de vida, su existencia corresponde a las nece sidades que satisface.
Por lo tanto la ceguera de una oficialidad que no encuentra conve niente que
exista lo que tiene existencia real, palpable e innegable, que pretende ignorar
unos perros moldeados en esas necesidades y tradiciones milenarias, se convierte
en la imagen tradicional de la una España negando a la otra: la España popular,
rica y viva ignora da por la España áspera y seca de las instituciones. Recientemente
la RSCFRCE ha trata- do de solventar esta inconcebible situación y en noviembre
de 1991 se ha organizado, coin- cidiendo con la Exposición Nacional de Palma
de Mallorca, una magna concentración de Ca Rater bajo la supervisión de D.
Valentín Alva- rez, Presidente de la RSCFRCE. Confiemos en que éstos sean
los primeros pasos para un reconocimiento oficial de la raza. Actualmente
en Mallorca no hay cazado- res de ratas pero el Ca Rater se utiliza para la
caza del conejo en aquellos terrenos abruptos y de densa vegetación que dificultan
el movi- miento de perros de más volumen. El Ca Ra- ter, al igual que su hermano
de mayor enver- gadura, el Ca Eivissenc, caza guiándose por el olfato y el
oído y muy poco por la vista.
UN BUEN COMPAÑERO
El Ca Rater es un animal nervioso, muy inteligente, fácil de enseñar y muy
limpio, lo que le hace optar a un buen puesto como animal de compañía. Y esta
función sigue vigente en el Ca Rater que vive en el medio rural, ya que al
tiempo que limpia los graneros de roedores es también el compañero de travesuras
de los más jóvenes. Existe en castellano una palabra para de signar a los
perros de pequeño tamaño cuyo empleo sería más acertado que el actual "toys»
inglés o el genérico «perros de compa ñía» que utilizamos actualmente.
GOZQUE es el adjetivo que según nuestra Real Academia de la Lengua define
«El perro pequeño, muy sentido y ladrador». Se dejo de utilizar por ad quirir
en el pasado un cierto matiz despectivo, sobre todo en su diminutivo gozquejo
y así es cribia Sebastián de Covarrubias (siglo XVII):»Los gozques son unos
perrillos que crían gente pobre y llana, son cortos de piernas, largos de
cuello y de hocico, importunan a los vecinos, molestan a los galanes, odiados
de los ladro nes, duermen todo el día y con esto velan y la dran toda la noche
y menos siente un oficial que deis un bofetón a su hijo que una coz a su perro
gozque.» Hoy este sentimiento ha desa parecido con la desaparición en el habla
co mún del adjetivo y por ello creo oportuno rei vindicar su utilización en
cinofilia.
CA DE RATER. PROTOTIPO RACIAL
1. Aspecto general El Perro Ratero (Ca
Rater) es un perro muy pequeño, muy por debajo del tamaño me dio o eumétrico
de la especie canina. Es el más reducido de los perros autóctonos mallor quines.
Acompaña a su tamaño una delicade za de lineas y formas que se transforman
en sobriedad y elegancia a los ojos del observa dor. Su alzada no alcanza
los 40 cm, son nor males los 32 o
36 cm de alzada en los machos y 29 a 33 cm en las hembras. La relación de
alzada
a la cruz con la longitud corporal es de uno a uno en los machos, es decir,
que es
igual la alzada a la longitud del cuerpo y es lla mado animal de cuerpo cuadrado.
Las hem bras como en la mayoría de los mamíferos cuadrúpedos tienen el cuerpo
más alargado, pero no se alejan de la relación uno a uno. Tienen un peso muy
reducido
siendo en los machos de 3,5 a 5 kg y en las hembras de 3 a 4 kg.
Contando que el perfil de la cabeza, cráneo y cara es recto, podemos decir
que la
descripción de la raza, según la clasificación del científico
Baron seria: - Rectilíneo (en cuanto a perfil)
Brevilíneo (por la relación alzada/Iongitud corporal)
Ultraelipométrico (tamaño pequeño en la especie)
II. temperamento Es extremadamente vivo
y amoroso, muy nervioso y susceptible, puntilloso.
III. Utilidad Es un excelente guardian
de la casa, en seguida avisa a su amo. Es un gran cazador de ratas y conejos,
se mete por cualquier es condrijo, salta paredes con muchísima agili dad,
aparte es muy rapido y ligero. Perro pe queño de excelente compania.
IV. Cabeza Aunque destaca un poco, está
en propor ción armónica con el cuerpo. La anchura del cráneo es igual a la
longitud, y ésta es supe rior a la longitud de la cara o morro. Es muy destacable
la diferencia de volúmenes entre el cráneo y la cara. Las lineas superiores
de am bos volúmenes o ejes cráneofaciales son pa- ralelos, pero en planos
diferentes. La depre sión fronto nasal o salto entre los dos perfiles es muy
marcada y forma un ángulo recto con los antes mencionados ejes cráneofaciales.
La cara estrecha, acentuadamente puntia guda y los maseteros bien marcados.
La trufa es negra y pequeña. Los colores de las trufas, labios y ojos están
en orden con el color de la capa (es decir, si la capa es marrón, la trufa
debe ser marrón). Los labios bien pegados a las encías. co misura labial en
absoluto marcada, labios finos. Dientes blancos, sanos, de implantación correcta,
mordida en tijera. Ojos redondos, grandes, algo prominen tes, posición horizontal,
situados en el mismo plano frontal. Párpados finos y bien pegados al ojo.
Orejas bien derechas, de tamaño medio, triangulares, de inserción alta, no
sobresalen del plano lateral extremo de la cabeza en esta do de alerta. Paladar
de color negro o marrón.
V Cuello El cuello es robusto y cilíndrico,
de naci miento bajo, prolonga el pecho hacia arriba y hacia abajo. Da sensación
de robustez, pero al mismo tiempo de agilidad y de la misma lon gitud que
la longitud de la cabeza.
VI. Cuerpo De aspecto cuadrangular en
los machos, por el contrario en las hembras algo más alar gado, musculatura
firme y bien marcada. La cruz no es sobresaliente, es de la misma altu ra
que la grupa. El pecho es amplio, redondeado, no sobre sale la punta del esternón.
La línea del ester nón coincide
con la alzada del codo. Espaldas oblicuas. Línea dorsolumbar horizontal. Lomos
fuertes, rectos y breves. Vientre recogido. Gru pa redondeada. Costillar muy
arqueado.
VII. Cola Amputada sin respetar ninguna
vértebra. Es curioso observar que
algunos nacen sin ella y otros nacen con una cola rudimentaria que incluso
se
atrofia y cae por sí misma.
VIII. Miembros Los anteriores están bien
separados entre sí por el pecho
sobresaliente. En general los miembros son enjutos y todas las angulaciones
son pronunciadas, favoreciendo la gran capacidad de efectuar saltos sobre
su
vertical a gran altura. Pies muy finos, de liebre.
IX. Marcha Tanto al trote como al galope
es muy rápk do al mover las
extremidades con suma celeridad
X. Piel Muy fina y muy adherida al cuerpo.
No for ma nunca comisura labial
manifiesta, ni papa da ni otros pliegues.
XI. Pelo Es corto y fino
XII. Capa La capa principal es el negro
y fuego, con diversos grados en la
extensión del negro so bre el fuego y del tono del fuego, siendo en cendido
en
algunos casos o más mate y color canela en otros. Es frecuente también presencia
del alelo manchado en blanco siendo el grado de extensión variable, desde
un pequeño lunar en el pecho, hasta casi los completamente blancos con manchas
negras, negro y fuego en la cabeza o fuego. También puede existir mutación
a marrón y fuego, pero es me nos frecuente.
Defectos
Leves: Ausencia de algún premolar. Carácter apático.
Cola con más de una vértebra.
Graves: Prognatismo moderado. Ausencia de varios
premolares. Pelo ondulado o excesi vamente largo.
Eliminatorios: Prognatismo excesivo. Trufa o
mucosas despigmentadas. Monórquico. Más de 3 cm por defecto o por exceso sobre
la talla. Orejas caídas a partir de un año.